lunes, 10 de septiembre de 2007

Sueños

En la mañana me dí cuenta que no he soñado nada ultimamente. Hay tanto por hacer y tanta gente que presiona, que es difícil incluso para el subconciente, dejar de pensar en pendientes y tareas con fecha de entrega próxima a llegar.

Pero, a falta de sueños durante los ciclos R.E.M. uno puede echar mano a la imaginación diurna, y cambiar situaciones, como diría el celebre Mulp. Por ejemplo, el chofer de la micro que me lleva al trabajo, estaba fúrico y cansado; no se si era más su sueño que su enojo, pero sus ojos rojos parecían estallar. ¿Cómo se cambia una situación de esas? Muy fácil, tome usted un marcador para pizarrones blancos y dibujele una bonita escena en el parabrisas. Algo de pastito, algunos animales... mariposas y pajarillos en el cielo sin nubes y un sol radiante... Eso pensé, lástima que no traía a la mano marcadores, pero al parecer tomó algo de animos cuando lo acompañé mientras cantaba "Corazón Adolorido" de Alberto Pedraza.

Es cuestión de querer, y de no poder soñar en tiempo... nada más. Simplemente vea a su alrededor e imagine un final feliz, claro, que no requiera presupuesto federal, ni tramites burocráticos; algo de fantasía siempre es agradable, tanto para los demás, como para uno. Eso sí, hay que saber distinguir perfectamente donde acaba el cuento de hadas, y la calle en la que se se tiene que bajar(como en mi caso). Pues en el burgués empleo, no le creerán que ha llegado tarde por mejorarle el día a un homínido semejante.